Reseña: Drácula, luz de mi vida - Alfredo Baranda

«Drácula, luz de mi vida, fuego de mis entrañas...» Esta es la obra que jamás habría escrito Stoker. Un legendario vampiro aquí convertido en un atractivo interlocutor que narra las claves de su otra... ¿vida? Alfredo Baranda revisa, con una irreverente originalidad y ambición estética, un mito que en sus manos se reviste de insospechados matices, hasta trascender sin complejos las más rígidas y manidas convenciones de un género inagotable. Celebridades del pasado desfilan por estas páginas diseccionadas por el verbo fluido de un Drácula cáustico y delirante, reflexivo y desenfadado, arrogante y tierno, cruel y seductor... un personaje, en definitiva, tan complejo y laberíntico como el humano del que ha surgido y del que quizá no logre desencadenarse nunca del todo.

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''Drácula, luz de mi vida'' fue uno de esos libros cuya portada me atrapó. Lo miré y lo cogí, así sin más. Además era una novela finita y eso me acabó por convencer.

El narrador es alguien de sobras conocido por todos, es el propio Drácula quién nos habla de su historia, pero lo hace dando una perspectiva totalmente distinta. Drácula es una criatura absolutamente seductora, es muy complicado no caer bajo sus encantos. Hace un repaso por su vida y nos explica sus aventuras con grandes figuras históricas. Vemos que es un ser capaz de amar a todos aquellos humanos que considera especiales. Los ama de forma intensa y luego los deja ir y sigue adelante para amar a otros.

Drácula es además bisexual, nos plantea un tipo de atracción que no entiende de géneros, entiende de mentes y sobretodo de sangre. Conoceremos sus orígenes, quién fue antes de convertirse en la leyenda, cómo conviven dentro de él el humano que fue y el vampiro que es. Cómo no termina de perder nunca su esencia humana pero a la vez es capaz de ver el mundo desde otro prisma. 

El estilo me ha parecido maravilloso, es una de esas lecturas de las que se disfruta y se degusta. Además tiene un toque de humor acompaña a la narración desde las primeras páginas hasta el final.

Me hizo especial ilusión encontrar entre sus páginas a personajes que me encantan como la emperatriz Sissí o autores como Dickens. Yo recomiendo esta obra para esos momentos en que te apetezca sentarte a disfrutar de una novela deliciosa, de esas que se van disfrutando poco a poco pero a la vez se llega a devorar.