Reseña: El Crimen del Ganador - Marie Rutkoski

Seguir a tu corazón puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueño de muchas chicas. Implica una celebración tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel está convirtiéndose en una maestra del engaño. Ha empezado a hacer de espía en la corte. Si la descubren, su país la considerará una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo… y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto.

Comprar libro

Pues a pesar de que la primera parte me encantó he tardado más de un año en leer la segunda. Lo cogí, lo empecé, lo dejaba, lo volvía a leer... y así pasó un año y medio.

Sería injusto decir que mi falta de motivación se debió a la novela, lo cierto es que me pilló en pleno parón lector y eso creo que me ha impedido disfrutarla como se merece. Por eso pienso que esta segunda parte me ha dejado... indiferente.

Kestrel accedió a casarse con el príncipe Verex a cambio de un tratado para Herrán, territorio que sería gobernado por Arin. Hasta aquí todo claro. Pero el emperador del Imperio es un ser bastante asqueroso que sigue haciendo sus tejemanejes por la espalda y fastidiando al personal, con lo que Kestrel se encuentra en una situación bastante complicada.

Para ser sincera, avance en la historia de amor entre Kestrel y Arin, no vemos. Más bien vemos a una Kestrel intentando hacerse un hueco en palacio sin que la pisoteen y continuar protegiendo a Arin y a su gente sin que nadie se entere (ni siquiera Arin, que recordemos que no sabe el precio que ha pagado Kestrel por ese tratado). Kestrel me sigue gustando mucho, pese a que vemos que sus jugadas no son tan inteligentes como en la novela anterior porque la muchacha comienza a desesperarse por el destino que ella misma ha escogido. Además se profundiza en la relación con su padre, el poderoso General Traján y en los sentimientos que en ella despierta.

Kestrel está siempre en constante división por su amor por Arin y por su padre.

Nos encontramos ante una novela que de romanticismo tiene el justo, que se centra más en intrigas y traiciones y sobretodo en entender a Kestrel, en como se siente y en porqué toma las decisiones que toma. Arin tiene bastante menos protagonismo y lo vemos constantemente dudando entre lo que su corazón y su mente le dicen sobre Kestrel. Y se muestra como un gobernador astuto e inteligente.

He odiado a varios personajes en esta novela (varios son dos, pero me han dado tanta rabia y asquete que cuentan por más) y espero que en el desenlace tengan lo que se merecen. También espero que no pase otro año y medio antes de acabar la última parte de la trilogía.