La Bandida

En la vida nos encontramos todo tipo de personas.

Hay personas que llevan muchos años con nosotros y se han ganado a pulso con el paso del tiempo un lugar en nuestro corazón.
Hay personas que aparecen en un momento concreto y al poco tiempo desaparecen cuando han cumplido su cometido en nuestra vida.
Hay personas que pensamos que se quedarán mucho tiempo y luego resulta que no, y por el contrario, que si se quedan.
También hay personas que nos vemos obligados a expulsar porque son nocivas.
Y hay otro tipo de personas, esas que aparecen de repente y cuando te quieres dar cuenta ya forman de parte de tu círculo de confianza. Con las que sientes una afinidad especial y se convierten en amistades importantes a una velocidad sorprendente.

Hoy quiero hablaros de una de éstas personas. La conocí en un grupo de WhatsApp para bloggeros. Al principio me caía bien sin más, me parecía una persona divertida y parlanchina. Pero en algún momento empezó a interesarse por conocerme, por saber de mí, a preocuparse. De pronto me di cuenta que cuando me sentía mal y necesitaba hablar ella me escuchaba. Y que lo hacía de una forma totalmente desinteresada. Naturalmente yo también quise conocerla, saber quien era ella realmente, que sentía, como pensaba y devolverle ese cariño que ella me mostraba.

He tenido la suerte de conocerla y de que no viva demasiado lejos de mí. Hemos podido vernos en persona en dos ocasiones (y pronto la tercera!!!) y hoy puedo decir que para mí es una preciada y preciosa amiga.

Ha tenido conmigo en más de una ocasión detalles preciosos y justo en momentos que los necesitaba. Ella es la clara prueba de que la distancia nunca es un impedimento para la amistad, que aunque una persona esté lejos y no puedas verla tanto como te gustaría hay formas de demostrar que estás ahí, de apoyar, de hacer sonreír.

Hace poco fue mi cumpleaños y tres han sido las sorpresas que me ha dado. Primero me llegó una postal muy especial, luego un paquete con dos libros que me muero de ganas de leer (te arriesgas y aciertas xD) y una carta que atesoro junto a las otras que me has mandado. Y lo que fue más especial, nos pudimos ver un ratito el día de mi cumpleaños.

Sólo puedo darte las gracias. Gracias por darme tantos momentos especiales, por escucharme, por aguantarme, por quererme como soy, por ser como eres y en definitiva por estar siempre, en las buenas y en las malas. No se me ocurría una manera mejor de agradecerte todo que dedicarte una entrada en mi blog, ya que gracias a el nos hemos encontrado.

TE QUIERO UN MONTÓN Y PARTE DEL OTRO (no me mates por la foto xD)

Y de paso os dejo su blog: Los libros de Lorenna. Que hace unas reseñas geniales >.<

A ver si adivináis quien soy de la foto :D

Un besazo para todos.