Cuando se encuentra a un vampiro desnudo de camino a casa a la salida del trabajo, Sookie no se limite a pasar de largo. Resulta que él no tiene memoria de quién es, pero Sookie sí. Es Eric, tan espeluznante y sexy - y muerto- como el día en que le conoció. Pero ahora que él tiene amnesia, Eric es dulce, vulnerable, y necesita la ayuda de Sookie porque quien le ha arrebatado la memoria ahora quiere su vida.
''Muerto para el mundo'', cuarto libro de la saga de la señorita Sookie Stackhouse.
Me ha gustado bastante por el protagonismo que tiene Eric Northman, aunque se trate de un Eric un tanto especial.
En esta ocasión nuestra heroína debe enfrentarse a unas brujas que llegan para quitarle a Eric el control de su zona. Hallow es el nombre de la mala malísima, que además de querer un gran pedazo del pastel de Eric quiere acostarse con él (Que raro ¿no?). Pero el vikingo le da calabazas, cosa que provoca la ira de la susodicha y lo castiga con un conjuro que le borra la memoria.
Eric termina perdido por Bon Temps sin saber ni su nombre y Sookie lo encuentra y se lo lleva a casa cómo si de un perrito abandonado se tratara.
El vikingo desmemoriado y Sookie mantienen una tórrida y sexual relación sentimental (Eric se ha vuelto una criatura tierna y cariñosa) y todo ello ayuda a que supere muy pronto su ruptura con Bill Compton del libro anterior.
Vampiros y hombres lobos se alían para matar a las brujas, Jason Stackhouse es secuestrado por un loco del pueblo pantera y convertido en uno de ellos (si hay hombres lobos y cambiantes también podemos tener un pueblo de panteras), Alcide Hervaux repudia a la zorra de Debbie Pelt al descubrir todo lo que le hizo a Sookie y aparece Claudine, el hada madrina de Sookie.
Es un libro repleto de acción, suceden muchas cosas y no se hace aburrido en ningún momento. El nuevo Eric tiene su encanto (aunque al final vuelve a ser él mismo y no recuerda nada de nada) y solamente Sookie me cae más gorda con cada libro que pasa.
Me gusta un Bill abatido y deprimido por haber perdido a Sookie y me gusta que Jason también tenga más protagonismo (aunque el Jason de la serie True Blood es mucho más divertido).
No es una gran obra de la literatura (ningún libro de la serie lo es) pero consigue entretener y enganchar.
Aunque desde mi punto de vista, a la autora se le va un poco de las manos el tema del universo sobrenatural que envuelve a Sookie. Hay vampiros, telépatas, brujas, hombres lobo, cambiantes, hombres pantera, hadas y ménades. No me sorprendería que en los siguientes libros aparecieran sirenas o duendes.
Toda esa mezcla puede terminar por ser un cóctel demasiado explosivo.
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